Cada 11 de noviembre, el santoral católico celebra a San Martín de Tours, uno de los santos más populares de Europa y patrono de Francia, los soldados, los mendigos y muchas comunidades rurales. Su historia, marcada por un gesto de compasión y entrega, sigue inspirando a creyentes y no creyentes más de 1.600 años después.
¿Quién fue San Martín de Tours?
San Martín nació alrededor del año 316 en Panonia (actual Hungría). Hijo de un militar romano, fue obligado a seguir la carrera de las armas. Sin embargo, su espíritu compasivo pronto se manifestó en el episodio que lo haría célebre: al encontrarse con un mendigo tiritando de frío, partió su capa con la espada y le dio la mitad.
Esa misma noche, según la tradición, Cristo se le apareció vestido con la parte de la capa que Martín había regalado. A partir de ese momento, el joven soldado decidió consagrar su vida a Dios y abandonó el ejército.
Obispo y santo del pueblo
San Martín fue nombrado obispo de Tours en el año 371, aunque aceptó el cargo a regañadientes por su humildad. Se distinguió por su vida sencilla, su cercanía con los pobres y su lucha contra el paganismo en la Galia. Fundó monasterios, predicó entre campesinos y reformó la vida del clero.
Murió el 8 de noviembre del año 397 en Candes, Francia, y fue enterrado el 11 de noviembre, fecha en que la Iglesia celebra su memoria. Su tumba en Tours se convirtió rápidamente en un lugar de peregrinación y su figura trascendió las fronteras del cristianismo, siendo también símbolo de solidaridad y ayuda al prójimo.
Otros santos y beatos del 11 de noviembre
Además de San Martín de Tours, el santoral del 11 de noviembre recuerda también a:
San Bartolomé de Benicia, obispo y mártir.
San Menas de Egipto, soldado mártir venerado en la tradición copta.
San Bertuino, abad y misionero en Bélgica.
Beata Marina de Omura, mártir japonesa del siglo XVII.
Por qué se celebra el 11 de noviembre
La festividad de San Martín de Tours marcaba en la Europa medieval el fin de las cosechas y el comienzo del invierno. Era una fecha asociada a la “veranillo de San Martín”, un período de clima templado previo al frío intenso. Por eso, además de su dimensión religiosa, el día de San Martín también conserva tradiciones agrícolas, gastronómicas y populares en numerosos países.